15.Nov.2011 Fila 0: Opina sobre el Concurso de las 16 Puertas de Collserola.
Organizado por la Agrupació Joves Arquitectes de Catalunya (AJAC) del Colegio Oficial de Arquitectos de Catalunya (COAC), el encuentro-debate tenía como finalidad debatir el modelo de concursos, partiendo del modelo propuesto del concurso de las 16 puertas de Collserola (un concurso organizado por la nueva tinencia de alcalde de Barcelona, que tiene la voluntad de abrirse a equipos emergentes y multidisciplinares), en el que obviamente han surgido voces de todo tipo.
El formato del debate fue la invitación de representantes de agrupaciones de jovenes arquitectos que introducían sus opiniones y estaba abierto a la participación de cualquiera de los presentes.
Fuí invitado al evento como representante de la Delegación de alumnos de la ETSAB (Ded’AB).
A continuación os dejo el resumen de lo discutido:
El debate comienza con dos observaciones:
1. Hasta ahora los jóvenes han estado muy disgregados
2. Se están activando iniciativas para modificar el modelo de concursos
Los temas de debate circulan alrededor de cinco temas:
1-El objeto de los concursos
2-Los criterios de selección
3-Los criterios de valoración / Jurado
4- Remuneración
5- Términos / Documentación a entregar / Difusión post-concurso
Comienzan las presentaciones.
Algunos asistentes comienzan por plantear un problema de exceso de participación en los concursos, motivado por la falta de oferta y exceso de demanda.
Otros comentan la necesidad de que los arquitectos tutelen todo el proceso del concurso.
Los representantes de Diagonal lanzan la propuesta de que todos los concursos sean abiertos. La propuesta crea algunas reticiencias entre los que creen que debe existir diferencias entre concursos de ideas, concursos abiertos y concursos restringidos.
Alguien comenta la dificultad de justificar la solvencia técnica para los colaboradores (aquellos estudiantes y jóvenes arquitectos que trabajan en despachos y que no figuran como autores del proyecto a pesar de que prácticamente todo el proyecto lo hayan hecho ellos) ya que los concursos restringidos suelen pedir referencias de obra, de manera que esta exigencia pone en desventaja a aquellos que no han podido firmar proyecto. El comentario pone en evidencia la legislación laboral.
El representante del Sindicato de Arquitectos propone la exigencia por ley de que los colaboradores puedan firmar la coautoría del proyecto indicando un porcentaje de participación del colaborador, lo cual permitiría utilizar dicho proyecto para justificar su solvencia técnica para presentarlo en el caso de que el concurso así lo exija.
Como estudiante de arquitectura, con falta de experiencia en el tema, y recién titulado en Paisajismo expongo mi afinidad por la coautoría, y la propuesta de concursos abiertos. No todo el mundo está de acuerdo. Se podía percibir cierto recelo entre algunos asistentes en la posibilidad de que todo el mundo pueda participar en un concurso, poniendo como ejemplo que antes se presentaban 30 a un concurso y ahora 400, lo cual daba como resultado a la posibilidad de que la adminsitración abusara en la remuneración. Algunos asistentes discrepan también de esta opinión, bajo la afirmación de que cuantas más propuestas debería haber mayor calidad, y que el problema de selección en todo caso era para el jurado, que debería evaluar los propuestas en mas tiempo o habiendo más jurado. Alguien responde con un irónico “saco a concurso una oferta de trabajo, ¿quien pide menos?”.
Como representante de estudiantes expongo la preocupación en la falta de posibilidades para muchos recién titulados para concurrir en los concursos sin haber tenido experiencia previa, poniendo el caso de que antes muchos siendo estudiantes podiamos tener experiencia en estudio pero que en la situación actual de crisis es posible que muchos nos titulemos sin haber podido realizar unas pequeñas prácticas y que ello nos dejaba en inferioridad.
En el tintero quedaron otras cuestiones que afectan a la práctica del paisaje, como la inexistencia de una legislación integral que reconozca la competencia de los titulados en paisaje en la planificación urbanística y territorial (asumiendo la inexistencia de la planificación paisajítica.
Caminando de vuelta a casa pensaba en ciertos temas que han surgido.
En mi opinión creo que el trasfondo de la cuestión es abrir la posibilidad de ejecutar obra a equipos emergentes. Creo que la obra es la que permite a un equipo emergente establecerse de forma más o menos consolidada, por los ingresos que genera y duración de la misma.
Al respecto creo que la administración, debería potenciar la posibilidad de que estos equipos tengan la posibilidad de ejecutar, y desgraciadamente el modelo de concurso actual no lo garantiza.
Creo que los concursos de ideas son una buena plataforma para ampliar curriculum, pero no garantizan la posibilidad de establecerse como estudio. Lo cierto es que la obra te permite obtener unos ingresos suficientes para emprender el proyecto de establecerte para, mientras dure la obra, poder participar en otros concursos. Como no todos tenemos la posibilidad de tener clientes privados, creo que la administración tiene el deber de asegurar cierta proporcionalidad para el establecimiento de pequeños estudios emergentes.
La realidad es que en el sistema de concursos actuales es muy difícil, para un joven arquitecto que no ha podido firmar un proyecto de obra llegar a tener esa posibilidad, por algunas razones que se han esgrimido en el debate, pero sobre todo porque normalmente dichos concursos son de cierta envergadura, y creo que el criterio de solvencia técnica está justificado en dichos proyectos y adjudicarlos a equipos sin experiencia previa en obra podría ser cuestionable, a menos que dichos equipos estén tutelados (con las implicaciones que ello acarrearía).
Pensando en esto me ha venido a la cabeza el concurso de proyectos comisionado de Racons Públics y me ha parecido que podía servir como ejemplo de una propuesta interesante. Por varias razones:
1. Permite la participación abierta a cualquier individuo o colectivo.
2. Permite, siempre que finalmente se ejecute (desconozco cuantos proyectos de Racons se han llegado a ejecutar), acceder a tu primera obra.
Creo que la promoción de dichos concursos podría ser una buena posibilidad a equipos pluridisciplinares y emergentes para acceder a ejecutar su primera obra. Creo que dichos proyectos deberían estar comisionados por Arquitectos, como apuntaban, para asegurar la correcta ejecución del proyecto y asegurar su legalidad. Así mismo, creo que dichos proyectos deberían ser pequeñas obras o intervenciones, para garantizar que el equipo tiene solvencia para ejecutarlo. También creo que la administración debería garantizar por ley la asignación de dichos proyectos en un porcentaje de la planificación que realiza.
Se me ocurren varias maneras de promocionar dichos concursos:
1. La administración, mediante una unidad competente, establece una comisión que propone una serie de concursos según planificación.
2. La administración, reserva una pequeña fase de una obra grande, a concurso.
3. Equipos de arquitectos privados, realizan un proyecto de comisionado.
Creo que esta modalidad de concurso permitiría varios objetivos:
1. Permitiría la interdisciplinariedad en los concursos, no como voluntad, sino como acto.
2. Permitiría la colaboración entre equipos y colectivos.
3. Permitiría el acceso a la ejecución de obra a equipos emergentes.
4. Permitiría a equipos interesados la realización de propuestas de comisionado.